jueves, 8 de julio de 2010

A todos ustedes

Quién me conoce…
Quién sabe como soy,
cómo siento,
cómo recuerdo las cosas
que pasaron.
Quién sabe leer mis
pensamientos que
giran y giran,
que deciden,
que dudan,
que repasan los sucesos,
que juzgan…
Quién sabe por qué
de repente me pongo triste.
Quién sabe que no hay
nada más bello para ver
que los árboles en el mes de abril.
Quién me conoce lo suficiente
para saber lo que me hace daño,
qué música me gusta,
por qué las palabras me parecen
mágicas.
Quién sabe, más que yo,
que estoy conmigo todo el tiempo,
que veo a la gente pasar
formar parte de mi vida
por un rato,
y después veo cómo
se vuelven extraños
en un fondo de extrañas formas.
En un cerco distante
situado más allá de mí.
Quién sabe lo que realmente digo
cuando elijo unas palabras
en vez de otras.
Quién lee mis gestos
que aparecen sin consentimiento previo
tantas veces.
Quién conoce el mundo de mis sueños.
Quién, mis deseos inoportunos,
quién, las frases
y los juicios reprimidos.
Quién escucha mis silencios.
Quién comprende mis dudas,
y comportamientos.
Mis abstenciones y ausencias.
quién comprende
por qué hago las cosas que hago…
Por qué insisto a veces,
por qué olvido otras.
Hay alguien que alguna vez
haya sabido por qué
a veces he rehuído la mirada
he escapado sutilmente,
me he retirado,
me he quedado callada.
Y en otras ocasiones
he presentado lucha
para que, al fin,
obtener victorias importantes
y triviales…
Alguien me puede decir por qué
después de conseguir algo
deseado intensamente,
no me he sentido demasiado feliz,
y en cambio cuando he sentido
pérdidas importantes
me he sentido
demasiado triste.
Díganme. Alguien, alguien
¿Sabe algo de mí?
O estoy sola.
Irremediablemente sola, sin saber
nada, nada, sobre
todos ustedes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario