jueves, 8 de julio de 2010

EL AMOR NO SE CUIDA SOLO

Un día, entre todos los días,
todo suena, luce, huele,
con un sabor de viento condensado.
Las mismas cosas que estaban ayer,
se desperezan para una nueva participación
en la original realidad
de un sueño.
Los árboles, que ayer también
estaban al costado de tu camino,
hoy te extienden sus ramas
acunándote en una suave
canción de verano,
aún en pleno invierno.
Tu pelo, ayer inmanejable,
está brillante, dócil, y
amorosamente se mece
acompañando tus pensamientos
borrachos de sol.
Alguien, una silueta primero oscura,
luego clara, brillante, en primer plano,
ha cambiado, de repente,
las circunstancias de tu vida.
Te escucha mientras te abraza.
Te sostiene mientras caminas,
todavía indecisa en la primavera.
No sabes si entregarte
a las puras sensaciones.
No sabes si debes pensar otras cosas,
mientras tu atención está tomada
por asalto.
No sabes si inclinarte, reverente
al amor que te abarca por entero.
Tienes miedo de perder esta sensación.
Tienes miedo de ser demasiado afortunada.
Tienes miedo de tu portentosa imaginación.
Al fin, eres tú. La de siempre.
Que sea lo que sea, piensas,
Mientras realizas el mantenimiento,
amoroso de una relación que comienza.
Hoy es hoy. El mañana se cuidará
a sí mismo.
Si hoy decides entregarte por entero.
Si hoy decides ser del todo vulnerable.
Si hoy deseas compartir
Tus deseos, tus ideas, tus temores,
Siempre queda un remanente de miedo
En la oscuridad de tu yo.
Pero, bueno, aquí están tus deseos
Sobre la mesa.
Ël también los coloca dulcemente,
Junto a los tuyos.
Y sabiéndose dos,
Comienzan a hablar de tantas cosas.
La música los acompaña como fondo
De una realidad que, ahora, otra vez,
Se comienza a construir de nuevo, cada día.

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