domingo, 25 de diciembre de 2011

VIAJE DE IDA



A la memoria de todos los que creyeron que este camino era fácil…

Tal vez te dejaron sola en el supermecado.
O tuviste miedo en la noche y nadie te abrazó.
Quizá nunca nadie te dijo que no te preocuparas,
Cuando tuviste miedo de algo o de alguien.
Quizá estabas sola en la calle cuando  oscureció de repente.
Quizá evaluaste  mal el entorno.
Quizá fuiste demasiado exigente con la sociedad,
Con la escuela, con tu familia, con tus amigos.
Quizá no viste salida, y te desesperaste.
Quizá consideraste que nada tenía sentido.
Quizá te sentiste demasiado pequeña ante el mundo.
O puede ser que no viste que la luz volvería en un rato.
Fuiste bajando la escalera de a poco…
Creyendo que en cualquier momento podías subirla.
Pero una vez abajo, todo estaba aún más y más oscuro,
Y húmedo, y maloliente, y necesitaste olvidar,
Necesitaste dormir a cualquier costa,
Necesitaste más para poder levantarte
Cuando estabas tan pesada y oscura,
Pesada y oscura, pesada y oscura….
Ya casi no pudiste abrir los ojos.
Y te fuiste hundiendo en la nada
Profunda y oscura, profunda y oscura.
Cuando la luz se prendió de nuevo,
Ya no pudiste abrir los ojos. Ya no pudiste levantarte.
Estabas más allá de las expectativas,
De los errores, de la atención primaria,
De los que hubieran podido ayudarte,
De los que te tendieron una mano,
De los que te pudieron amar,
Y en plena luz,  te fuiste.
Tan triste  como cuando decidiste bajar.
Igual de triste que cuando te rendiste.
Triste y profunda. Profunda y triste.
Cristina Vispo
Diciembre 2011.

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