martes, 17 de octubre de 2017

INAMOVIBLE



A veces la fuerza te impulsa
A la acción, y te mueves,
Y decides esto y aquello
Con facilidad y determinación,
Sin dudas, como si fuera tan fácil.
Pero  otras, te congelas esperando.
Esperas que el otro cambie.
Que escuche. Que se dé cuenta.
Que te reconozca, que te admire,
Que note tu trabajo, tu esfuerzo, tu ternura.
Esperas que te vean, y así
Salir del sortilegio de la invisibilidad.
Mientras, esperas.
Esperas que crezca. Que madure.
Que aprenda. Recorriendo el camino
Que tú recorriste a tu manera.
Entiendes que ellos, todos los otros
Y este otro especialmente,
Tendrán también su propio modo
De ver las cosas.
Entiendes y esperas.
Dejas que las cosas pasen.
Le das otra oportunidad.
Postergas esto y lo otro.
Te entretienes en tantas tareas.
Y sigues esperando.
Cuanto más esperas, más te cuesta
Dejar de esperar.
Después de muchos años de esperar
Te  preguntas si no te equivocaste.
Te  preguntas si tendrías que haber hecho algo.
No sé, alguna  acción
Que rompiera la espera,
Infinita, interminable espera inconsistente.
Cristina Vispo, 2015