Quién olvidó a toda la gente
La gente anónima que vive todos los días
Sin escribir un libro
Sin ser famosa
Sin aparecer en T.V., en crónicas
En conferencias de prensa.
Quién olvidó a toda esta gente
Que soporta hambre
Pestes, enfermedades endémicas
Que vive huyendo de la guerra
O de las persecuciones políticas, étnicas, religiosas
O en campos de refugiados.
O en los bordes de las grandes ciudades
Entre el barro, el hacinamiento,
La contaminación y la ignorancia.
Compartiendo las necesidades y la violencia.
Quién olvidó a toda esta gente
Sin nombre que muere en los terremotos
Víctima de tsunamis, de bombardeos tácticos
De escapes de radioactividad
De rehenes de atentados diversos
O presos en cárceles de todo el mundo
Torturados por uno de ellos mismos
Convertido en verdugo
O en los más espantosos exterminios
O por daños colaterales…
Quién olvidó a todos los niños
Que no alcanzaron a vivir lo suficiente
Para conocer el mundo.
Quién olvidó a todas las mujeres
Cubiertas, sumisas, calladas
Fugitivas de sus maridos, de la ley,
De su país, de su padre, de su hermano
De su cultura, de su religión
De sus propias ideas.
Ellos, todos los olvidados
Irán en masa al cielo o al infierno
O reencarnarán al por mayor
O serán un montón de huesos
De polvo, de cenizas, de niebla
Restos olvidados en algún cementerio
En el mar o en la nada.
No tuvieron el papel principal en esta obra.
Ellos. Los olvidados.
Sólo fueron extras de un film
aterrador .
Marzo/2011.
